Ya es de conocimiento común que no todos los desastres importantes son causados por una sola falla, sino algunas, es el resultado de una sucesión de innumerables pequeñas malas decisiones. Esta lógica se aplica muy bien a los accidentes aéreos.
Dado que la mayoría de los sistemas operativos en esta rama (no solo los de las aeronaves) son verificados a fondo antes de cada operación, difícilmente tendrá tiempo de formarse un falla importante.
Lo que es inusual es que escuchemos el término “sistema de consola” involucrado en desastres. Ciertamente, el término resaltado anteriormente ni siquiera es conocido por la mayoría de la población general. Tal vez porque un centro de operaciones es solo el medio por el cual se transmite una decisión y el concepto de “consola” es muy específico para el área de quienes operan. Sin embargo, hay que convenir en que un centro de operaciones dispuesto a cumplir las exigencias y con alto poder para obtener informaciones facilitaría sin duda la toma de decisiones más acertadas, ya que, a veces, las pocas informaciones aportarían la claridad necesaria para iniciar caminos más asertivos.
Debido a las enormes y prevenibles complicaciones que puede traer la falta de comunicación, la comunicación aérea se trata con tanta responsabilidad y seriedad. Esto no solo está arraigado en aquellos que admiran esta área de actividad, sino que también está previsto por la ley y citado en varios estatutos y normas de la fuerza aérea. Para tener una noción, la Ley n° 7.565, del 19 de diciembre de 1986, dispone en su Art. 302, I, multas e incluso la revocación de la licencia para aquellos que "operan aeronaves sin mantener una fraseología estándar en las comunicaciones radiotelefónicas".
No por negligencia o incompetencia (recordando que Brasil se encuentra entre los 5 países mejor evaluados en seguridad operacional), el 29 de setiembre de 2006, se produjo una colisión en los cielos brasileños. Es difícil de que ocurran accidentes de esta magnitud, especialmente debido a la anchura y la altura de una aerovia. Para que dos aviones se colisionen, la coincidencia de los hechos debe ser enorme. Pero, no hay que subestimar nada que sea improbable.
El hecho comienza cuando dos pilotos estadounidenses tuvieron que hacer una transferencia de un avión ejecutivo de Embraer (Legacy) a Nueva York. Este avión debería seguir a Brasilia y desde allí, debería cambiar su nivel de vuelo. En resumen, es que el cambio del nivel de vuelo no se produjó y en dirección opuesta, por la misma aerovi, iba el vuelo 1907 (noviembre), resultando en la colisión de los dos aviones con 154 muertes, sin sobrevivientes.
Después de Brasilia, se suponía que el avión Legacy debería cambiar su altitud a 36 mil pies, una aerovia por debajo de donde viajaba, a 37 mil pies. Pero debido a una falla encontrada en el transpondedor del avión, no informó con precisión su altitud a la torre de control. El controlador no percibió esta falla a tiempo y no puede corregir la altitud del Legacy, permitiendo que trafique en la aerovia incorrecta. Aproximadamente 5 minutos después del último contacto con la torre, intenta comunicarse con el avión, pero sin éxito. Esto, debido a la frecuencia que el avión estaba operando, tenía un rango de más o menos 170 mn de la torre de control. En la primera vez que se estableció la comunicación con esta torre, el avión estaba aproximadamente a 170 mn de distancia de ella, es decir, en el límite del rango de la frecuencia en la que estaba. Después de unos 5 minutos de la primera comunicación, 40 minutos son recorridos por este avión, perdiendo así totalmente el contacto con la torre.
Al notar que la frecuencia está incorrecta, los pilotos del avión la cambian. Sin embargo, lo hicieron en base a una tabla de navegación que está desactualizada y se realizan varias llamadas a frecuencias que ya no se usaban, por lo tanto, sin éxito de respuesta.
Ahora, en medio de tantos pequeños fallas, vale la pena señalar un punto. En relación con uno de estos intentos, cuando los investigadores verificaron el equipo de comunicación de la torre de control, encontraron una grabación de uno de estos intentos de comunicación del avión Legacy. Pero, ¿por qué no fue respondido? Esta comunicación no fue respondida, ya que el sistema de consola que se usó para de operar la red de radio solo permitía seleccionar y escuchar 8 frecuencias. Y esa frecuencia que fue llamada por Legacy no estaba escuchando al operador de la consola.
La limitación del sistema de consola, que no fue una falla ya que fue diseñado de esta manera, no causó este desastre, pero ciertamente no pudo evitarlo. La falta de flexibilidad de comunicación de la torre de control tuvo un alto costo.
Este desastre fue causado por una cadena de errores. Un efecto dominó, donde cada pieza tenía su parte de culpa y ciertamente cualquiera de ellas que hubiera sido sacada del juego, habría salvado la vida de todas las personas que estaban en ese vuelo.
Esa colisión podría haberse evitado mediante el uso de una comunicación eficiente y flexible. Un sistema que hace más que satisfacer las necesidades diarias no es un lujo, sino más bien lo que marcará la diferencia cuando una pequeña falla toque a la puerta.